Empezando esta aventura

EMPEZANDO ESTA AVENTURA

Por fin aquí está la sorpresita que os venía anunciando estos días.

Espero que este espacio llegue a ser un lugar de encuentro interactivo; ese libro de visitas; el diario de bitácora en el que también vosotros reflejéis libremente vuestras impresiones y emociones, y así nos enriquezcamos todos.

¡Ojalá que os guste! Irene

viernes, 11 de mayo de 2012

Desde el frente de batalla


Querido Ejército Aliado:

La Reina ha estado bastante ocupada últimamente con el Mando Mayor y por eso no ha podido comunicarse.

Me temo que este parte va a ser largo y aunque trataré de mantener mi sentido del humor habitual, os advierto que puede haber asuntos de Estado serios. Es un aviso a navegantes para los que prefiráis leerlo en otro momento.

Empiezo por el parte de guerra:

Como os contaba en el último informe, el General, para poder redefinir la estrategia me mandó a todos sus aviones de reconocimiento, paracaidistas y espías.  Tenemos nuevas imágenes y resultados de laboratorio, un nuevo diagnóstico y una nueva estrategia.

El diagnóstico es que tengo un tumor en el pecho izquierdo que responde a una anatomía patológica de cáncer de mama sensible a los estrógenos, bastante resitente a la quimioterapia y agresivo. Este no había aparecido hasta ahora y cuando lo ha hecho ha sido de forma rápida. Adicionalmente tengo partes de la piel de la axila y la espalda afectadas. La situación no es desesperada porque no está extendido a otros órganos o glándulas del cuerpo, y porque en cambio me ha desaparecido de los ganglios axilares. Estas dos últimas informaciones son importantes y muy buenas. Estoy en uno de esos casos que los militares llaman atípicos, lo cual, hace esta guerra más difícil, porque todas las estrategias probadas hasta ahora en otras guerras, puede ser que funcionen, o que no.

La nueva estrategia por tanto sí es un poco desesperada y casi la única, ya que la operación en este momento sería posible pero demasiado "mutilante". Se ha probado muy pocas veces en cáncer de mama, aunque sí mucho en otro tipo de cánceres, como el de útero o colon. Consiste en combinación de radioterapia con quimioterapia. No quiero daros aquí muchos detalles, por no extenderme.

La quimioterapia es todas las mañanas de los jueves (hoy ha sido la primera) sesiones de muchas horas, unas cinco. Durante dos meses. Efectos secundarios: posibles vómitos y posible afectación de los riñones. Ambas cosas están hipercontroladas para poder suspender el tratamiento en caso necesario o para paliar malestares. Así que no me preocupan. Tengo que beber mucho eso sí. De hecho ahora mismo estoy estupenda. Me dio una bajada de azúcar durante la sesión, cosa que arreglamos rápido con seis huesitos, un donut de chocolate y un zumo de tetra brick. Comí como una campeona un gazpachito, un entrecotte y piña, merendé unos nísperos y cené un bocata de salchichas con un botellín. ¿Explicará eso los tres kilos entre ayer y hoy? Eso sí, con pocas ganas de cocinar y las alteraciones de sueño típicas que ya conocéis por el efecto de los antihistamínicos y corticoides: siestón por la tarde y luego con los ojos como platos a las tres de la mañana.

La radioterapia: entre 25 a 30 sesiones diarias de 10 minutos. Aún no saben si me la podrán dar, porque se tienen que asegurar absolutamente de que no van a tocar el corazón y los pulmones. Sí, entramos en la fase de las bombas atómicas. Efectos secundarios: cansancio y quemaduras cutáneas. No me voy a volver radiactiva, puedo estar con los niños. Posible problema: mala cicatrización en cirugías; porque habrá cirugía en otra fase posterior. Empezaré en torno al día 21 de mayo.


En vista de todo esto, he hecho recuento de fuerzas propias y ajenas.

Físicamente: como equilibradamente pero con lo que me pide el cuerpo en cada momento, no necesito hacer ninguna dieta especial, es más, sería contraproducente para mi estado mental, ya que no tengo la constancia para seguirlas y, hasta ahora, sí la suerte de mantener el peso y los análisis bien. Bebo muchos líquidos: agua y zumo sobre todo, pero el consumo responsable de cerveza y vino no están contraindicados en absoluto. Duermo muchísimo: por las mañanas hasta bastante tarde y luego siestecitas vespertinas. La piel: miles de cremas y nada de tomar el sol. Pelo: Creciendo, ya voy sin peluca algunos días. Deporte: paso, no me sienta muy bien. Viajes: de momento no. Masajes tampoco. Y hasta aquí os voy a contar de cuidados y actividades físicas.

Espiritualmente: además de la moral que me aporta el Ejército Aliado, del que os hablaré más adelante, he incorporado a filas a María Domenech. Terapeuta, sanergista y un montón de cosas más. Hemos empezado por llevar a cabo unas sesiones de reiki que me hacen sentir muy bien. Obviamente, esto es un complemento a la estrategia del General, quien lo ha visto con muy buenos ojos pues es de la opinión de escuchar siempre al paciente y generar en él una actitud positiva y un estado de ánimo equilibrado. Tampoco me quiero extender con esto, pero de manera muy burda, el reiki es una técnica que consiste en una recolocación de las energías vitales y produce, entre otras cosas: aumento de defensas, liberación de malos rollos emocionales y preparación del cuerpo para un estado físico y mental de equilibrio y conciencia. No os extrañéis si a partir de ahora me percibís más metafísica de lo que ya es habitual en mí, que entre la cena de hadas del otro día y esto ¡en cualquier momento cambio de dimensión!

Laboralmente: Por suerte o por desgracia, voy a seguir de baja un tiempo. Había valorado la posibilidad de reincorporarme, pero en vista de la nueva estrategia, no va a ser ni posible ni aconsejable.


El Gran Ejército Aliado: Desde el Zar de Rusia hasta mi queridísimo batallón en Ecuador, mi soldado vigía en Agentina, las fuerzas de apoyo en Londres y Nueva York, las conexiones hispano-belgas, hispano-holandesas, hispano-brasileñas, hispano-italianas, hispano-suecas, mi Capitana del flanco oriental y el Comandante del flanco occidental, mis incansables exploradores y exploradoras que se reportan desde cualquier parte del mundo, y por supuesto el gran ejército en España: el Cuerpo Especial de Hadas, Reinas y Divinas y los Escuadrones de tierra, mar y aire; todos valientes y algunos de ellos, además, orgullosos de ser españoles. Nunca entenderé por qué hice esto de mandar los partes de guerra a un grupo de amigos tan extenso, pero estoy encantada de haberlo hecho. Sois alimento para mi alma y fuerza para la guerra.

Los Príncipes: Están estupendamente, creciendo y preparándose para ser Reyes, y no es percepción mía, sino de todos los que de un modo u otro tratáis con ellos.

Y por último, la sección de peticiones y misiones pendientes de adjudicar (pediré con mucho cuidado, que la última vez que hice algo parecido...¡se organizó una Cena de Hadas impresionante!):

- No os molestéis si no contesto a todos los correos o llamadas. Me encantaría poder hacerlo, pero Movistar ha decidido no darme cobertura dentro de casa y además ¡duermo mucho y no me da tiempo!

- Quiero evitar en lo posible hablar una y otra vez de los tratamientos, las estrategias y demás. Espero que este parte esté bastante informado y claro. No obstante, entiendo que los que sois médicos queráis más detalles. Os los daré con gusto si os apetece.

- La semana que viene necesito que alguna integrante del Cuerpo de Hadas de Boadilla me recoja a los Príncipes por la tarde en el cole y me los deje en palacio, que estará el servicio para recibirlos.

- Más adelante, si la radio me cansara mucho, igual necesito que alguno de vosotros se lleve a los enanos durante el fin de semana. Informaré en el momento oportuno.

- Las sesiones de quimio de los jueves por la mañana van a ser eternas. Agradeceré voluntarios o voluntarias que se ofrezcan a hacerme compañía algún rato.

- Nui, por fa, consígueme el listado de precios de LAN, me estoy quedando sin vino en casa.

- Cuñadito, esa visita guiada a la fábrica de Mahou...igual tenemos que aplazarla. Lo mismo que la visita al Prado que me prometiste, Chumilla.

- Julia, no me mates si el viernes no aparezco por la fiesta. Nada me gustaría más que estar con vosotros ese día, pero ya sabéis, al tran-tran.

- Begoña, mañana te paso el pedido de las cremas y las droooooogas.


A cambio, ¿qué os puedo ofrecer? Ahora poquito tiempo y menos aún cosas materiales.

¡Me tenéis a mí!


Aunque no sea muy propio de una Reina en el frente a su Ejército Aliado, os mando un beso muy, muy fuerte.

Irene

No hay comentarios:

Publicar un comentario