Empezando esta aventura

EMPEZANDO ESTA AVENTURA

Por fin aquí está la sorpresita que os venía anunciando estos días.

Espero que este espacio llegue a ser un lugar de encuentro interactivo; ese libro de visitas; el diario de bitácora en el que también vosotros reflejéis libremente vuestras impresiones y emociones, y así nos enriquezcamos todos.

¡Ojalá que os guste! Irene

sábado, 28 de abril de 2012

Que estoy bien...


Querido Ejército Aliado:

¡Cumplís vuestra misión a la perfección! Mil gracias por todos los mensajes que me habéis enviado. Me gustaría responderos a todos individualmente, pero no sé si me dará tiempo.

No quería preocuparos en exceso. Estoy bien, de verdad. Si hay algo que considero una prueba difícil en todo este proceso, es la de aprender a ser paciente...y voy consiguiéndolo poco a poco. La otra prueba es la de aprender a disfrutar del momento, pero en eso, chicos... ¡he hecho un máster!

Aunque todos habéis dado vuestra opinión sobre si es bueno o no que me operen, prefiero no valorarlo hasta que me lo explique bien el General. Ha estado un poco hermético las últimas veces y creo que, siendo un hombre prudente, prefiere no liarme y contarme las cosas cuando tenga toda la información de las pruebas y la estrategia claramente definida.

¡Lo del cuento va viento en popa! Ya he dado mi OK a las versiones en castellano y en inglés...los príncipes Sergio y Javier, en la versión inglesa pasan a ser ¡Princes Simon and James! Y ya no os cuento más para no quitarle el efecto sorpresa. Saldrá enseguida a imprenta y ahora toca esperar un mes o mes y medio. Os mando una foto de mi nueva compañera.

Muchos besos,
Irene



jueves, 26 de abril de 2012

Redefinición de la estrategia, otra vez

Querido Ejército Aliado: Al General se lo estoy poniendo complicado. De momento no me van a operar. A la vista de los resultados de la última prueba, han decidido que me van a hacer una nueva biopsia del pecho para analizarlo todo y ver qué otros tratamientos me pueden aplicar. El General ha dicho que hay aún bastantes opciones y por lo que he sonsacado a las enfermeras, podría ser que el nuevo ataque no sea a base que quimioterapia sino de hormonas. En fin, que a seguir esperando. De momento hoy no me han puesto nada, hasta que se redefina la estrategia. Físicamente me encuentro bien, aunque moralmente empiezo a estar cansada. Esto se está haciendo eterno. Otra cosita. Al final se va a mantener el título original del cuento. ¡Bien! Un beso a todos, Irene

domingo, 22 de abril de 2012

El lado bueno

Mamá es que ya está bien, tú siempre andas buscando el lado bueno de las cosas. Te estoy diciendo que me han castigado con deberes extra y me dices que así llevaré mejor preparado el examen...pero no...me han castigado! Es algo malo! Sergio, abril de 2012

jueves, 19 de abril de 2012

Queridos amigos:

Hace tiempo que no os cuento nada. Por aquí os envío parte de los diarios que escribo más o menos cada día. Supongo que dentro de un tiempo, cuando los relea, me recordarán cómo está siendo toda esta etapa y me sorprenderé con detalles que luego se olvidan.

Hace días estuve releyendo los diarios de hace un año y es impresionante revivir experiencias y emociones ya olvidadas, comprobar cómo hay situaciones que se repiten de forma recurrente, poder reírse con el paso del tiempo de lo que entonces era puro drama, incluso comprobar a toro pasado reflexiones y propósitos que más tarde se han cumplido. Es una oportunidad para sacar lecciones del pasado y para rescatar ya de paso relatos como el que os envío hoy. Lo escribí hace casi tres años pensando en mi familia, especialmente en mi padre. Es bastante íntimo, pero como madre, no dejo de preguntarme si lo hago bien con mis hijos y cuáles serán sus recuerdos míos cuando sean adultos. Imagino que os lo preguntaréis todos, por eso he querido compartirlo.

Un beso fuerte

Irene


16 de abril 2012

Un día normal en el hospital

Esta mañana estuve en el hospital. La rutina de siempre: análisis, defensas bien, consulta con el oncólogo y tratamiento.

Ya sabía yo que el General, a pesar de lo contento que estaba el último día con la respuesta al tratamiento, no estaba conforme con cómo me veía el pecho. Esta mañana me ha dicho que quiere que me hagan una resonancia magnética para ver qué está pasando por ahí dentro y poder evaluar si me operan ya. Redefinición de la estrategia nuevamente. No tengo capacidad para valorar si es mejor o peor una cosa u otra. Simplemente me resigno a aceptar el mejor criterio de su equipo, que para eso ya me tomé el esfuerzo de ver a varios médicos en su momento y elegirlos a ellos. Ahora sólo me queda esperar que cada etapa vaya llegando cuando toque.

El estudio genético dio negativo. Es decir que no tengo alterados los mismos cromosomas que mis primas. Es una buena noticia en el sentido de que sólo tendrán que actuar donde haya tumor, pero abre nuevas incógnitas sobre el origen de este cáncer. Como dice el General, todos los cánceres tienen origen en una alteración genética, sólo que aún no se ha estudiado al completo el genoma humano ni se saben todas las causas que producen esas alteraciones. Algunas parece que son claramente de tipo hereditario, pero otras no se sabe aún.


18 de abril de 2012

Los días perros

Ayer me hicieron la resonancia magnética. En principio hasta el día 26 no vuelvo a ver al médico, aunque no descarto que hayan examinado ya hoy mi caso en el comité de mama (se reúnen todos los miércoles).

Estos días estoy con los efectos de la quimio del lunes, que igual resulta que es mi último día, quién sabe. No son muy fuertes pero me dejan el cuerpo con una sensación rara, como de mareíllo permanente y falta de energías. Como ya sé que es algo temporal de un par de días, me lo he tomado con tranquilidad: paso mucho tiempo tumbada, durmiendo o leyendo o escribiendo, como lo justo y por obligación y bebo mucho líquido. Espero estar recuperada para el fin de semana.


Mi nuevo look

Ya me ha crecido el pelo lo suficiente como para ir sin peluca. Cortito aún, no tan grueso como lo tenía antes y súper canoso. Las primeras experiencias con el tinte fueron un desastre porque se me quedó el pelo de color naranja zanahoria, pero ya parece que la peluquera ha conseguido un tono castaño oscuro más discreto. Total que ahora tengo un “look” más a añadir a los que me proporcionan las pelucas. Creo que las seguiré usando no obstante, sobre todo estos días que parece que el frío no se quiere ir.

La gente que me ha visto dice que le gusta cómo me queda. No sé, me quieren mucho, pero tampoco tienen por qué mentirme. A mí me parece que tengo que aprender a peinarme bien y que el pelo corto requiere un poco más de maquillaje para que favorezca, así que aquí estoy, ¡con el maletín de la señorita Pepis haciendo experimentos!


El cuento

Va con algo de retraso sobre el calendario previsto inicialmente. Ahora se espera que saldrá para antes de verano, pero no para el uno de mayo como anunciaron en la página de la editorial al principio. El problema ha sido que le hemos tenido que cambiar el título por razones comerciales. Al final, de entre una lista de diez o doce alternativas, hemos elegido “Cuando Mamá se puso la corona”. Personalmente me gustaba más el primero, pero bueno.

Por mi parte también he decidido que donaré mis ingresos por derechos de autor a un programa de ayuda a mujeres con cáncer que se llama “Ponte guapa…te sentirás mejor”. No será un importe muy alto (salvo que se vendan miles y miles de ejemplares, claro) pero en este caso es más importante la posibilidad de difusión del cuento gracias a la fundación que ejecuta el proyecto.

Sigo teniendo mucha ilusión en que este cuento vea la luz y en que tenga una buena acogida.


19 de abril de 2012

Hoy ya me he levantado mucho mejor. Vuelvo a sentir mi cuerpo como el mío de siempre. He desayunado con ganas, estoy de buen humor, no me siento tan cansada. Sigue haciendo mal tiempo, me quedaré un día más sin salir de casa.

Mañana puede ser un gran día con la cena que han organizado mis amigas. ¡Seremos unas cuantas! Echaré mucho de menos a alguna.

Han pasado por casa a hacerme una visita Isabel, Ana e Inés. ¡Cómo se lo agradezco! Siempre con buen humor y anécdotas divertidas.

-----------------


Bienvenido - Deseada - Inoportuna - Inesperada

Hay una niña de ocho años que tiene otros tres hermanos, un padre y una madre. Vive en un entorno feliz. Su madre es ama de casa y se ocupa de los niños, de las comidas, de llevarlos y traerlos del colegio, de los uniformes, de la administración de todo lo doméstico. Su padre ocupa un puesto de responsabilidad en un gran banco y a menudo trae trabajo a casa. Aún así, siempre tiene tiempo para jugar con sus hijos y para un elogio para su mujer. La niña es la tercera de los hermanos. Es un puesto incómodo ser la mediana. Con su hermana menor se lleva menos de dos años, por lo que ha disfrutado poco del privilegio de ser la pequeña de la casa. Sus dos hermanos mayores le llevan más de cinco años y la dejan en una situación de volver a ser la mayor...de las pequeñas.

Como una broma de mal gusto que sólo entienden ellos, sus padres les han puesto apodos: bienvenido - deseada - inoportuna - inesperada

Maldita la gracia que te llamen inoportuna. Para colmo de males, a menudo bromean con ella diciéndole que en realidad era un perrito que se encontraron por la calle haciendo pis en una farola.

Sus padres nunca han leído libros de psicología ni de pedagogía. En los años setenta eso no se llevaba, y cualquiera que leyese esto hoy, pensaría lo equivocados que estuvieron en su educación.

Sin embargo el lector no sabe que su padre tenía una capacidad única para hacerles sentir a cada uno de ellos especial. Jamás dudó en decirle, a veces a solas y otras delante de todos sus hermanos que ella era su hija favorita. A los demás les diría otras cosas, pero de eso ella no se acuerda.

Han pasado muchos años, la niña ahora es una mujer adulta y madre de dos hijos. Su padre murió hace casi treinta años cuando ella era aún pequeña, pero entre los recuerdos más íntimos y más antiguos de esta niña-mujer siempre está el abrazo de su padre, ella sentada en sus rodillas, mientras le dice "Tú eres mi favo".



Irene, 15 de agosto de 2009

miércoles, 18 de abril de 2012

Las mujeres de mi vida

Queridas mías:

El otro día estaba pensando en la importancia que siempre han tenido las mujeres en mi vida: mi madre, mis hermanas y mis amigas. Alguna vez nos he visualizado como las leonas de una manada - siempre dispuestas a ser solidarias con las otras - y en estos momentos en los que tanto me estáis apoyando, nos veo más que nunca así.

El caso es que me puse a escribir y me salió este pequeño lío que os envío más abajo. Habéis ido apareciendo poco a poco. Y el resultado es que se fue tejiendo una red que no se queda en este relato sino que es real, porque todas estáis presentes en mi vida, y eso es lo mejor de todo. Seguramente me haya olvidado de alguna o puede que desvele algún dato que viole de LOPD, pero no me pareció oportuno corregirlo por tratar de ser políticamente correcta.

En fin, espero que os divirtáis leyéndolo y si alguna se anima a hacer un gráfico ¡es para ponerla un monumento!

Sería muy bonito juntarnos todas un día.

Un beso muy fuerte
Irene



Las mujeres de mi vida

Mercedes es ella, mi madre. Cristina es mi alter ego y como tal conoce a todas mis amigas. Sol, Isabel y Marisa son mis amigas de la infancia. Susana y Laura son mis hermanas. María Jesús, Estela y Sol son mis cuñadas, pero las considero también mis hermanas.

Laura es mi amiga. Un día quedé a tomar algo con ella y su amiga Elena, se apuntó Cristina con su amiga Carolina. Hoy Carol es mi amiga. Laura estuvo de vacaciones con Cris y conmigo en Cádiz. Allí estaban también Susana y Paz, su cuñada. En Semana Santa, Cristina se va a Ferrol a ver a Paz. Tal vez yo me apunte.

Fiona es compañera de trabajo de mi hermana Laura. Cris y yo la conocimos en su fiesta de cumpleaños. Ahora es mi amiga y por diversas razones está también en contacto con Adriana, Cris y Belén.

Adriana era compañera mía de trabajo, igual que Alicia, Beatriz y María. Las cuatro son algo más que compañeras. Un día Adri y Beatriz conocieron casualmente a Belén.

Con Alicia tengo proyectos creativos en marcha, con ella y con su amiga Vanessa, en los que participa igualmente Bea.

A Belén la conocí hace muchos años, igual que a Ángeles y a Fuen, eran amigas de mi ex. Fuen le pasó mi cuento a Ana, que decidió editarlo y pasárselo a Momo para que lo ilustrase. Ambas hoy son mis hadas.

Con Belén y Ángeles quedo a comer regularmente. Con Ángeles además comparto vacaciones de esquí.

Ángeles me presentó hace unos años a Val en un viaje. Ayer compartí comida y confidencias con ella como si nos hubiésemos conocido en el instituto. Seguramente la semana que viene quedemos de nuevo, esta vez también con Ana, por asuntos del cuento. Estoy segura de que cuando se conozcan van a conectar inmediatamente.

La madre del mejor amigo de mi hijo mayor también se llama Ana. A veces la llamamos Anita. Con ella es de las pocas personas con las que he llorado abiertamente. Ana me presentó un día a Isabel, una mujer apasionante con quien compartí almuerzo y sobremesa el sábado pasado. Una tarde llena de conversación amena e íntima, sorprendente en dos desconocidas.

Mi amiga Sol vive en Valencia. Un día vino a Madrid y salimos con Laura y con Cris. Este fin de semana nos veremos en Alicante y seguramente vayamos a ver a mi cuñada Sol, que vive allí.

Plucha (en realidad se llama Belén, pero me encanta llamarla así) y Cristina (que no es Cris) eran compañeras de clase en Empresariales, igual que Cris y Tochi. Cuando acabamos la carrera, Plucha, Tochi y yo empezamos a trabajar juntas en Arthur Andersen. Allí conocimos a Marta y a Juana.

Aquel trabajo nos duró poco, pero seguimos siendo amigas, nuestros hijos son amigos y vamos de vez en cuando de viaje juntas.

Cris y Tochi montaron juntas una empresa, pero acabaron peleadas cuando se metió un tercer socio por el medio. A mí me dejaron también en el medio.

Marta y Sol se hicieron medio amigas a causa de nuestra enfermedad común. Con Marta comparto médico, igual que con Fiona.

A Irene la conocí a través de Belén, porque las tres estudiamos juntas Derecho. A Chaty la conocí en Ecuador. Un día las presenté en mi casa y alguna vez hemos vuelto a coincidir juntas en conciertos, igual que con Cris.

Inés, Patricia, Begoña, Olga, Estrella, Mónica, Rocío son mis amigas del cole de los peques. Begoña tiene una farmacia y es nuestra suministradora oficial. Inés además es muy amiga de Anita, cuyo exmarido, y es el único hombre que será mencionado aquí por su nombre propio, es Eduardo, ¡mi ginecólogo!


Irene, 13 de marzo de 2012